miércoles, 27 de mayo de 2009

Portada de El Pacifista. Año 1987. Año 1. Nº 2

Portada de El Pacifista. Año 1987. Año 1. Nº 2

Estuvimos donde habia que estar

Estuvimos donde habia que estar
Cuatro dias antes de la pascua de 1987, un grupo armado de militares argentinos, amotinados en Campo de Mayo, que paso a la historia como "Carapintadas", y liderados por el teniente coronel Aldo Rico, exigían una reinvindicación social de los militares, y amenazaban con dar un golpe de estado. Fueron cuatro dias de máxima tensión. Ese domingo todos los integrantes de los partidos politicos y el pueblo en general, salio a la calle para defender a la incipiente democracia argentina. Pero un grupo de gente muy especial, un centenar de humanistas, estuvo donde habia que estar: En las puertas de Campo de Mayo

Aldo Rico y otros amotinados, sin "maquillaje carapintada"

Sentada pacifica historica en las puertas de Campo de Mayo

Sentada pacifica historica en las puertas de Campo de Mayo
Los objetivos de la sentada pacifica habian sido previamente explicitados y anunciados a las fuerzas del orden, de modo que no puede argumentarse que los represores se hayan equivocado respecto de las intenciones de los manifestantes. Cuando los golpearon con bastones, les dispararon balas de goma a quemarropa, los patearon y arrastraron del pelo, sabían perfectamente que se trataba de gente pacifica, que no ofrecía ni ofreceria resistencia, y que ni siquiera los superaba en número. Pero esto no significó nada, ya que el escenario estaba montado para un solo heroe que saldria al balcon a decir: "La casa esta en orden" y "Felices Pascuas". Y los pàlos no terminaron en el episodio. Siguieron en las versiones que algunos medios dieron de lo ocurrido, y en las opiniones que vertieron algunos políticos profesionales. Hoy, mas alla de hechos lamentables como este, esos mismos humanistas y tantos otros que se han sumado, pueden ver la luz de la nueva aurora, que anuncia al sol naranja de un nuevo dia.

El presidente de entonces, Raul Alfonsin, ingresando a Campo de Mayo

Articulo de El Pacifista de Mayo de 1987

Articulo de El Pacifista de Mayo de 1987
" Que pasa por la cabeza (ni mencionar el corazón) de alguien que ataca ferozmente a otro que, sentado, sólo enarbola sus manos vacías, entona con fuerza un estribillo, y no responde a la agresión? . Exactamente eso ocurrió el domingo 19/4, entre las 10:30 y las 11:00 horas en Campo de Mayo, cuando un centenar de pacifistas, integrantes del Partido Humanista, El Futuro Verde y La Comunidad, hicieron una "sentada" pacífica, entre los dos bandos en pugna. El amotinamiento de algunos militares pareció, en un primer momento un intento golpista, de violar la Constitución, y contra la cual la movilización popular no se hizo esperar. Posteriormente el gobierno radicl y los militares estuvieron de acuerdo en que no se trataba de un golpe, sino de un problema interno de las Fuerzas Armadas. Si estaban de acuerdo en eso ¿que tenían que ver los soldados conscriptos?. Los militantes pacifistas hicieron la "sentada", metiéndose resueltamente entre los dos bandos en pugna, para evitar el derramamiento de sangre, que en cualquier momento podía producirse, y por el licenciamiento inmediato de las clases que ahora están bajo régimen de Servicio Militar Obligatorio, hasta tanto los problemas internos de las Fuerzas Armadas se superaran por completo. Los militantes no-violentos hemos estado bregando, desde hace más de 3 años, por el tratamiento en el Congreso de una ley de Servicio Militar Optativo, que -los hechos demostraron- requiere debate y promulgación innedita. Muchas horas antes de que el Sr. Presidente tomara su desición, muchas horas antes de que otros se acercaran al foco de conflicto, el 19/4/87 a la mañana muy temprano, los militantes no-violentos estuvieron adentro de Campo de Mayo, dando al ejemplo al país de valentía y civismo. Los objetivos de la "sentada habian sido previamente explicitados y anunciados a las fuerzas del orden, de modo que no puede argüirse que los represores se hayan equivocado respecto de las intenciones de los manifestantes. Cuando los golpearon con bastones, les dispararon balas de goma a quemarropa, los patearon y arrastraron del pelo, sabían perfectamente que se trataba de gente pacifica, que no ofrecía ni ofrecería resistencia, y que ni siquiera los superaba un número. Pero esto no significó nada. Es obvio que los efectivos "tenían órdenes" de impedir el acceso de la gente común a un escenario reservado para un solo héroe. Pero aún así, la desproporción de los medios empleados y de las acciones emprendidas, resulta inquietante, como lo es es la furia ciega de un animal salvaje. Quizás su especialización consita justamente en eso: en haber perfectamente una única respuesta ( ¡vaya reflejos! aplicable a cualquier estimulo que se presente, sin importar su variedad o calidad. Más aún, si el objetivo es inusual y está, el menos aparentemente, en situación de inferioridad. A diferencia de las declaraciones a favor de la paz, la metolología de la no-violencia activa es precisa y operó en el lugar de los hechos. En medio de un impresionante despliegue de "fuerzas" y armamento bélico, los únicos heridos fueron los pacifistas, que cumplieron con creces su objetivo y dejaron al descubierto la monumental e hipnótica puesta en escena, que abarcaba al país entero. Y los palos no terminaron en el episodio. Siguieron en las versiones que algunos medios dieron de lo ocurrido, y en las opiniones que virtieron algunos políticos profesionales. Porque también en la prensa y en el Congreso hay especímenes que se enfurecen frente a lo que no comprenden (o que se les explique o sea evidente), o frente a lo que cuestiona aquello a lo que sirven. Entonces, a distorcionar, a degradar, que para algo tienen la "manija" de la opinión pública. La intolerancia vindicativa tiene un sabor primitivo. Uno se siente tentado de imaginar a ese remoto cromañón, habitante de cavernas. Y de inmediato el sobresalto, al comprobar que sigue allí, 100.000 años más tarde, encaramado en el poder, imponiendo su cultura cromañaona por los medios que sea, decidiendo la suerte de los hombres. El cromañón ha aprendido a hablar en público: dice discursos conmovedores en cadena, blande el garrote tecnológico y con mano enguantada da las órdenes para que otros cromañones más evidentes, la emprendan contra los que ponen al descubierto su juego, que apunta a un solo objetivo: llevarnos de nuevo a la caverna. En esa dirección van las medidas económicas y las componendas políticas. Lo que da su carácter único a la no-violencia activa, es que en ella no hay nada cromañón. La gente que emprendió esta obra eligió no ser cromañona. Por eso es la unica obra y la única gente que puede salir de la prehistoria. La fuerza siempre esta en el futuro. Está en la historia que los seres humanos se merecen. Y así lo corearon los manifestantes pacifistas en Campo de Mayo: ¡PAZ ES FUERZA! . Corina Pagardoy "

Sacar La Fuerza de las imagenes fuertemente grabadas para proyectarnos hacia el futuro

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